12 May Los problemas de acabar con el confinamiento en Alaska
Los gobiernos y autoridades, van relajando las medidas de confinamiento. Unos lo denominan fases, otros hablan de mayor libertad, pero todos van a tientas, según intereses varios. Lo cierto es que la mayor parte de las “atracciones” de la población siguen cerradas: bares, conciertos, fútbol… Si permites a la gente salir de casa, pero no ir al bar o a la terraza o al fútbol o… pues sale a andar o correr, puesto que poco más puede hacer, y además es alentado por los diarios y en la televisión. Francamente, es falso, esto de correr o andar nos gusta a cuatro gatos, por razones de lo más variopinto. Pero la consecuencia es que con la apertura del confinamiento salen manadas de gente que pasean o corren, nada que ver con los que paseábamos en los tiempos precovid.
En Alaska, pasa el mismo, sobre todo en Anchorage, la ciudad más grande del estado, y la que menos representa el estilo de vida de aquellos parajes. El personal se ha puesto a correr como desesperados. Esto no sería criticable, si no fuera porque Anchorage, a pesar de todo, sigue estando en Alaska. Es un estado donde hay osos por todas partes. De hecho, cada cierto tiempo, alguien corriendo por los parques de los alrededores de Anchorage es atacado por un oso, con consecuencias más o menos trágicas.
A ver, detalles importantes: si un oso te ve, y vas corriendo, automáticamente piensa que eres una presa, y te persigue. Segunda cuestión importante (de la cual aviso a todos mis clientes que quieren salir a correr en Alaska durante su viaje): ni se te acuda salir a correr sin espray anti-osos.
Por todo ello, las autoridades de Anchorage están avisando a todos los que se aprestarán a correr cuando los dejen, con la relajación del confinamiento, pero que no están acostumbrados al tema de los osos que siguen deambulando por los alrededores de la ciudad. Y ya no os explico la preocupación respecto a los ciclistas, que como que van a toda velocidad, ya más de una vez han tropezado con un oso en medio del camino. Alguno de los ciclistas no lo ha podido contar.
+ Info: alaskapublic.org